En Panamá existen aproximadamente unos 727 centros educativos privados, donde se atiende a una población estimada de 161.000 estudiantes.
Por Revista Summa
La red de colegios canadienses Maple Bear, perteneciente en gran parte al gigante grupo brasileño de educación básica privada Grupo SEB, fija su vista en Panamá como un país potencial dentro de su esquema de expansión de franquicias escolares y, lo hace frente a las estadísticas que señalan que el país istmeño tendrá uno de los mayores crecimientos económicos en LATAM en 2021 y 2022. Además, tras el análisis realizado al sector educativo privado que indica la buena aceptación que tiene el panameño ante la educación con modelo internacional y la sólida afluencia de niños y jóvenes a escuelas internacionales.
En Panamá existen aproximadamente unos 727 centros educativos privados, donde se atiende a una población estimada de 161 mil estudiantes (niños y jóvenes). La educación es uno de los negocios más rentables y que tradicionalmente ha sido muy estable a lo largo del tiempo, es por ello que se convierte en una propuesta muy atractiva para quienes deseen emprender o invertir en un negocio actualmente, tomando en cuenta que los padres de clase media de nuestro país buscan brindar a sus hijos educación internacional, de nivel, bilingüe y de calidad, que les permita desarrollar habilidades duras y blandas y eso no ha cambiado por la pandemia.
Para Mateo Cuadras, director de Expansión Internacional para América Latina de Maple Bear Global Schools “Latinoamérica representa una gran oportunidad de negocio para la educación privada, sobre todo la básica e intermedia, y Panamá no es la excepción. La relación calidad-precio que ofrecemos es extremadamente buena, por lo que para los inversionistas interesados en nuestra franquicia se garantiza un retorno en 36 meses y, para los padres, un alto nivel educativo para sus hijos a un precio bastante competitivo”.
El éxito que han tenido estos centros educativos radica en su programa, que está desarrollado por expertos canadienses y el cuál no es estático, pues siempre está en constante evolución para tener dentro de los colegios las prácticas más innovadoras. Además de ello, la franquicia brinda un acompañamiento completo, garantizando así una estandarización en los procesos administrativos y de establecimiento del colegio.
El encontrar personas apasionadas por la educación y su potencial transformador es uno de los objetivos que se ha establecido la organización para ir desarrollando este negocio en los distintos países y en Panamá, para este año continúan explorando este perfil, “No hace falta tener experiencia en el sector educativo, desde Maple Bear proveemos todo el Know-How necesario, aunque si valoramos perfiles con experiencia previa en colegios o incluso academias de idiomas”, apuntó Cuadras.
Aunque el panorama de la región es retador tras el confinamiento causado por la pandemia, las escuelas Maple Bear siguen abriendo espacios para formar estudiantes; con presencia mundial en más de 30 países y 500 escuelas ajustándose a regulaciones y planes de educación locales, bajo su visión educativa canadiense dentro de un sistema único y en constante evolución, con el que se han adaptado incluso de manera digital para enfrentar los retos que ha supuesto la situación mundial que actualmente vivimos.