Más allá de los productos a la venta, el espacio ofrece una experiencia adaptada a la era digital.
Por EFE
Elegir varita mágica, comprar túnica para el nuevo curso en Hogwarts, admirar la «snitch» dorada o tomar una cerveza de mantequilla: los ‘fans’ de Harry Potter casi pueden olvidar que están en Nueva York al visitar la nueva «sede» del universo mágico que abre sus puertas allí este jueves.
La tienda de Harry Potter más grande del mundo permite sumergirse en la saga del famoso mago y en su mundo de «bestias fantásticas» nada más atravesar el portal, donde una enorme figura del ave fénix Fawkes recibe al visitante con sus alas rojizas abiertas sobre una sala repleta de ‘merchandising’.
Según explica a Efe uno de sus responsables, Karl Durrant, vicepresidente y director general de experiencias minoristas de Warner Bros, el mega-espacio de dos plantas situada junto al edificio Flatiron ha dividido sus 1.800 metros cuadrados en áreas que hasta esconden «tesoros» sacados de las películas.
«En la tienda encontrarán doce accesorios auténticos de los filmes: las varitas originales de Harry, Hermione, Ron y Dumbledore, la ‘snitch’ dorada está aquí, el huevo de oro…», explica Durrant, quien añade que si se «coleccionan» todos y se «escanean» los códigos QR que incluyen, puede haber sorpresas.
En torno a una escalera de caracol custodiada por un majestuoso «griffin» se abren múltiples posibilidades: hay una estación para elegir varita (o que sea ella la que elige, al estilo de Ollivander’s); objetos de papelería y ropa de las casas Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff; y una juguetería para los más pequeños.
No pasa desapercibido el rincón de dulces de Honeydukes, presidido por una enorme rana de chocolate y en el que pueblan las estanterías las famosas grageas de sabores imposibles de Bertie Bott’s o las moscas de caramelo que Harry Potter y sus amigos disfrutaban con anticipación en el expreso a Hogwarts.
Una de las estrellas de la tienda es el «Butterbeer Bar», un bar en el que se puede disfrutar la cerveza de mantequilla típica del mundo mágico, ya sea en jarra fresca y espumeante, en formato helado o embotellada; y la «Casa de MinaLima», con ilustraciones del estudio gráfico que creó la estética de los libros y películas.
Más allá de los productos a la venta, el espacio ofrece una experiencia adaptada a la era digital, ya que invita a recorrer un mapa en busca de «llaves encantadas» que se deben introducen en la aplicación del «Harry Potter Fanclub» para desbloquear datos, vídeos y detalles que hacen las delicias de sus devotos.
De cara a un verano en el que se espera el retorno del turismo a la Gran Manzana, el espacio abrirá dos puntos de realidad virtual en los que se podrán vivir aventuras con las criaturas mágicas y emprender una batalla en escoba voladora, varita en mano, contra los «mortífagos», explicó una portavoz.
Entre otras curiosidades, se puede encontrar la carta de aceptación a Hogwarts de Harry Potter; entrar en una cabina roja londinense como la que conduce al Ministerio de Magia, probarse las enormes botas del gigante Hagrid o enfrentar las varitas de los principales personajes en una mesa interactiva.
Tras una visita para periodistas previa a la apertura oficial, los escaparates tapados con el logo de Harry Potter ya atraen a muchos transeúntes que paran a hacerse fotos a sus puertas y a admirar el mural diseñado para la ocasión que luce en la fachada de ladrillo del edificio contiguo.
«Una de las razones por las que elegimos Nueva York es porque hay una gran base de seguidores y nos pedían hacer algo en la ciudad. Hemos visto cómo se crea expectación en las redes sociales y nos emociona abrir la tienda el 3 de junio», agregó Durrant.