La pista de la terminal aérea está cubierta de ceniza y arenilla volcánica.
Por EFE
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de Guatemala anunció este martes el cierre temporal del aeropuerto internacional La Aurora, en la capital del país, debido a la caída de ceniza que lanza el volcán Pacaya, en fuerte actividad desde febrero pasado.
«Debido al cambio de dirección del viento de sur a norte y el incremento de la actividad volcánica del Pacaya, existe presencia de arena volcánica en el aeropuerto La Aurora; razón por la que, cuidando la seguridad operacional se han cerrado operaciones. Estaremos actualizando», aseguró en sus canales de comunicación el director de la DGAC, Francis Argueta
La pista de la terminal aérea está cubierta de ceniza y arenilla volcánica, según confirmaron varias fuentes.
El cierre del aeropuerto fue recomendado por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) por la fuerte actividad del coloso.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), alertó que la lluvia de ceniza afecta varios municipios ubicados al norte del cono, entre ellos la Ciudad de Guatemala.
El portavoz de la Conred, David de León, explicó que a eso de la 01:00 hora local (07:00 GMT) hubo un cambio en la dirección del viento del suroeste hacia el norte y noreste del país, por lo que la ceniza afecta varias zonas del centro de Guatemala.
Las calles, vehículos y residencias de la capital están cubiertos de ceniza que lanza el coloso, de 2.552 metros sobre el nivel del mar, ubicado a unos 60 kilómetros de la urbe metropolitana, entre los departamentos de Guatemala y Escuintla.
De acuerdo con reportes del Insivumeh, las columnas de ceniza del volcán Pacaya alcanzan entre los 3.500 y 5.000 metros sobre el nivel del mar y su desplazamiento hacia el norte llega hasta los 50 kilómetros de distancia.
El volcán Pacaya comenzó una erupción a principios de febrero pasado y se ha mantenido con esa actividad hasta ahora, aunque con períodos de descenso, según el ente científico.
La última gran erupción del coloso se registró el 27 de mayo de 2010 y causó la muerte de tres personas, provocando además la caída de ceniza en departamentos cercanos, incluida la Ciudad de Guatemala.