A pesar de que el déficit se incrementó con respecto al 2019, el país consiguió que la cifra fuera menor a la que se había proyectado.
Por EFE
Costa Rica cerró el año 2020 con un déficit fiscal del 8,34 % del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra inferior al 9,2 % que habían proyectado las autoridades a mitad de año, informó este lunes el Ministerio de Hacienda.
Producto de los efectos de la pandemia de la covid-19 en la economía, las cifras fiscales del país se deterioraron hasta alcanzar el déficit del 8,34 % del PIB en 2020, el cual supera al del 2019 cuando fue de 6,94 %.
El déficit primario (que excluye los intereses sobre la deuda) se ubicó en 3,51 % del PIB y fue mayor al registrado en el 2019 de 2,76 % del PIB.
El ministro de Hacienda, Elian Villegas, resaltó que, a pesar de que el déficit se incrementó con respecto al 2019, el país consiguió que la cifra fuera menor a la que se había proyectado y que además hubo una reducción del 2,5 % en el gasto
«Esta situación permitió que el déficit financiero fuese del 8.34 % del PIB, con lo cual se ubica en 0,90 puntos porcentuales por debajo de la cifra proyectada a mediados del año anterior. El país se encuentra nuevamente a las puertas de retomar la senda de la estabilidad fiscal, de la mano con una actitud de responsabilidad fiscal por parte del Gobierno», expresó el ministro.
Según los datos divulgados por el Gobierno, al cierre del 2020 el gasto total se redujo 2,5 % en comparación con 2019, lo equivalente al 0,57 % del PIB.
Pero si se excluye el pago de intereses sobre la deuda, el gasto decayó en un 5,7 %, equivalente a 1,04 % del PIB.
En cuanto a los ingresos tributarios, estos decayeron un 11,22 % en comparación con 2019, una caída que corresponde al 1,68 % del PIB.
Los ingresos que sufrieron el mayor golpe fueron el impuesto sobre la renta, con una caída del 10,98 %; el impuesto a los combustibles con 20,95 % y el impuesto selectivo de consumo 27,86 %.
Costa Rica negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un acuerdo financiero por 1.750 millones de dólares, que según el Gobierno servirá para estabilizar las finanzas públicas y mejorar la confianza de los mercados internacionales en el país.
El Gobierno de Costa Rica presentó la semana pasada al FMI una propuesta en la que se compromete a llevar adelante una serie de acciones para reducir el gasto, como lo es una proyecto de ley para reorganizar el empleo público; y para generar nuevos ingresos como un proyecto de renta global.
Algunos sindicatos y grupos sociales se oponen a este acuerdo y han anunciado su disposición a lanzarse a las calles a protestar, pues consideran que no es necesario que el país adquiera esos compromisos con el FMI.