La jornada tuvo como una de sus protagonistas a la poderosa líder demócrata Nancy Pelosi.
Por EFE
La Cámara de Representantes de EE.UU. activó este miércoles el procedimiento para un nuevo juicio político contra el presidente, Donald Trump, a escasos siete días de que abandone el poder en medio de un ambiente crispado tras el asalto, hace justo una semana, del Capitolio en Washington.
Con 232 votos a favor -diez de ellos de congresistas republicanos- y 197 en contra, la Cámara Baja aprobó la apertura de un proceso contra Trump, que se convirtió en el primer presidente del país en enfrentar dos enjuiciamientos políticos.
La votación discurrió en un Capitolio resguardado por tropas de la Guardia Nacional apostadas en el interior de ese complejo y sus alrededores, luego de que seguidores de Trump irrumpieran el miércoles pasado en una sesión de ambas cámaras convocada para certificar la victoria del demócrata Joe Biden como presidente electo de EE.UU.
«EL PRESIDENTE ES UN PELIGRO PARA EE.UU.»
La jornada tuvo como una de sus protagonistas a la poderosa líder demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, quien en una contundente intervención de apertura del debate, subrayó que Trump «debe irse» ya que es «un peligro claro y presente».
«Sabemos que el presidente de EE.UU. incitó esta insurrección, esta rebelión armada contra nuestro país común. Debe irse. Es un peligro claro y presente para la nación que todos amamos», sostuvo Pelosi en el pleno de la Cámara.
Tras la histórica votación, Pelosi firmó el artículo de acusación contra Trump en una breve ceremonia, en la que destacó que, «de manera bipartidista, la Cámara de Representantes demostró que nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente de Estados Unidos».
La congresista destacó que, una vez más, honraron el «juramento de proteger y defender la Constitución de Estados Unidos».
Pese a las bajas republicanas, la mayoría de esta bancada se opuso al juicio político por considerar que solo contribuye a avivar las llamas de la «división» en los difíciles momentos que atraviesa el país.
SIN VEREDICTO HASTA DESPUÉS DE ESTE MANDATO
Concluida la votación en la Cámara Baja, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, anticipó que no hay posibilidad de celebrar un «juicio justo o serio» antes de que Trump deje el cargo la próxima semana, por lo que llamó a enfocarse en una «transición ordenada del poder».
«Dadas las reglas, procedimientos y precedentes del Senado que rigen los juicios de destitución presidencial, simplemente no hay posibilidad de que un juicio justo o serio pueda concluir antes de que el presidente electo Biden preste juramento la próxima semana», señaló el senador en un comunicado.
McConnell aclaró que «incluso si el proceso del Senado comenzara esta semana y avanzara rápidamente, no se alcanzaría un veredicto final hasta después de que el presidente Trump dejara el cargo» y aclaró que «esta no es una decisión», «es un hecho».
El juicio -confirmó el veterano senador- comenzará en la primera reunión ordinaria del Senado, que está de receso hasta el 19 de enero, «después de recibir el artículo de la Cámara de Representantes».
Durante el proceso, la Cámara Alta es dirigida por el presidente del Tribunal Supremo, en este caso el juez John G. Roberts, y los senadores actúan de jurado.
TRUMP CONDENA VIOLENCIA Y NO HABLA DEL JUICIO
Luego de la sesión legislativa Trump se dirigió al país mediante un vídeo difundido en Twitter por la Casa Blanca.
El mandatario, que previamente había emitió un comunicado en el que urgía a que no haya «NADA de violencia», ha debido recurrir a herramientas tradicionales ante la suspensión de sus perfiles y las cuentas en distintas redes sociales.
«Quiero ser muy claro. Condeno inequívocamente la violencia que vimos la semana pasada. La violencia y el vandalismo no tienen absolutamente ningún lugar en nuestro país», subrayó Trump en su mensaje.
No dedicó, sin embargo, palabra alguna al juicio político en el que precisamente se le acusa de «incitación a la insurrección» por el asalto al Capitolio, que dejó cinco muertos.
«Ahora les pido a todos los que alguna vez han creído en nuestra agenda que piensen en formas de aliviar las tensiones, calmar los ánimos y ayudar a promover la paz en nuestro país», afirmó Trump.
No obstante, aprovechó para criticar los «esfuerzos de cancelación y censura», en una velada alusión a las plataformas y redes sociales que han suspendido sus cuentas y las de algunos de sus seguidores radicales por considerar que sirvieron para incitar la violencia en la sede del Legislativo.
También afirmó que ha sido advertido por el Servicio Secreto de «amenazas potenciales», debido a manifestaciones que han sido convocadas para los próximos días en Washington y otras zonas del país con motivo de la ceremonia de traspaso de mando el próximo miércoles.
«Estamos trayendo miles de miembros de la Guardia Nacional para asegurar la ciudad y garantizar que la transición pueda ocurrir de manera segura y sin incidentes», anticipó Trump, y llamó a los estadounidenses a que «superen las pasiones del momento y se unan como un solo pueblo».