Desde el pasado 1 de enero está suspendida la jornada laboral y la movilidad rige por el número de identidad personal y el género en las provincias de Panamá.
Por EFE
La capital de Panamá y sus alrededores se reactivarán gradualmente desde el próximo jueves, cuando culminará una cuarentena total de dos semanas que ahora se trasladará a cuatro provincias interiores para frenar una explosión de casos de la covid que ha comprometido la capacidad hospitalaria nacional.
Panamá, un país de 4,2 millones de habitantes que acumula ya 4.500 muertes y 281.353 casos de la covid desde marzo pasado, vive desde más de dos meses un agresivo repunte de la enfermedad que le ha llevado a marcar cifras récord y situado como la nación con la segunda tasa más alta de incidencia del nuevo coronavirus en el continente.
Desde el pasado 1 de enero está suspendida la jornada laboral y la movilidad rige por el número de identidad personal y el género en las provincias de Panamá, donde está la capital, y la contigua Panamá Oeste, las más pobladas y con la mayoría de casos del nuevo coronavirus en este país, que experimenta un agresivo repunte desde noviembre pasado.
Con esta nueva cuarentena – la tercera desde que estalló la pandemia- se logró un «descenso sostenido en la positividad» de la covid, que pasó de «29,6 % a 23 % ayer», anunció este martes en una alocución televisada el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre.
Este resultado, añadió, permite una «reapertura gradual y asimétrica» en la capital y sus alrededores, mediante un cronograma que se extenderá entre el 14 de enero y el 15 de marzo.
Así, a partir del próximo jueves se elimina la restricción de movilidad por número de identidad, pero se mantiene por género para las compras esenciales, así como también la cuarentena total los fines de semana y el cerco sanitario que impide salir o entrar a esta zona desde el interior del país.
Desde el próximo jueves los comercios podrán vender solo mediante pedidos por internet y entrega a domicilio, se reactivarán los servicios técnicos y profesionales, y los lugares de culto religioso podrán recibir hasta el 25 % de su aforo.
A partir del 1 de febrero los comercios podrán recibir clientes, y podrán abrir los salones de belleza y barberías; desde el 15 de febrero podrán reactivarse los lava autos y las industrias y los restaurantes, siempre respetando las medidas de bioseguridad.
El 1 de marzo podrán abrir los gimnasios, la lotería e hipódromos, y desde el 15 del mismo mes las playas, cines y casinos.
Paralelamente, desde el jueves próximo y hasta el lunes en la madrugada regirá una cuarentena total sin jornada laboral en las provincias interiores de Coclé, Veraguas y Los Santos.
En la provincia de Herrera, además de la cuarentena total los fines de semana, regirá la movilidad por género y solo abrirán durante la semana los comercios esenciales, durante un tiempo que dependerá «del comportamiento epidemiológico».
En todo el país se mantiene el toque de queda nocturno, que a partir del jueves será entre las 9 de la noche y las 4 de la mañana.
Panamá enfrenta la «mayor crisis sanitaria de los últimos 100 años», y la covid tiene «muy comprometida» la capacidad del sistema, sostuvo Sucre, al destacar que todas estas medidas para contener la pandemia «pueden cambiar dependiendo del comportamiento de la ciudadanía y de los indicadores epidemiológicos».
Las restricciones y confinamientos que rigieron durante casi todo el 2020 hundieron la economía de Panamá, con una contracción prevista entre un 9 % y un 14 %, según el Gobierno y analistas locales, respectivamente.
La Cámara de Comercio, Industria y Agricultura (CCIAP) dijo a Efe que calcula que el desempleo cerró el 2020 en al menos un 20 % y la informalidad en 55 %.