Los avances de Honduras en materia de seguridad han sido reconocidos por el Departamento de Seguridad de los Estados Unidos.
Por Revista Summa
Hace unos años Honduras era calificada como la nación más violenta del mundo y revertir las estadísticas era casi imposible, pero hoy la historia es otra: el país no está ni en las primeras 30 posiciones de este ranking y se regresó a los índices que dejó la Administración del presidente Ricardo Maduro en materia de seguridad.
Tras una escalada de violencia entre el 2005 y el 2010, en el 2011 la tasa de homicidios llegó a 86 por cada 100 mil habitantes, las estadísticas más altas de la historia del país; sin embargo, en menos de una década el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández logró bajar estos índices en el 2020 a 37 por cada 100 mil habitantes.
Los avances de Honduras en materia de seguridad han sido reconocidos por el Departamento de Seguridad de los Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA), la DEA (Agencia Antidrogas Estadounidense), Colombia, Israel y Japón, entre otros organismos internacionales y países amigos que destacan los esfuerzos realizados.
Estados Unidos calificó estos avances como un milagro en materia de seguridad, teniendo en cuenta que a Colombia le costó 12 años bajar 10 puntos, mientras que Honduras en menos de 10 años bajó casi 50 puntos.
Esta histórica reducción, que actualmente ubica al país como referente internacional en materia de seguridad, es producto de una estrategia de seguridad liderada por el presidente Hernández para desarticular los cárteles de droga, fortalecer los operadores de justicia, recuperar los espacios secuestrados por las maras y pandillas y promover una cultura de paz en la ciudadanía.
Las 5 claves del éxito
1. Leyes
Desde la Presidencia del Congreso Nacional y de la República el presidente Juan Orlando Hernández impulsó la aprobación de un conjunto de leyes dirigidas a dotar al Estado hondureño del estamento legal necesario para enfrentar con éxito el narcotráfico, el crimen organizado internacional y el lavado de activos, motores de la inseguridad y criminalidad en el país.
Entre ellas, destacan la Ley de Extradición y Ley de Cielos Abiertos, la Ley Sobre Privación de Dominio de Bienes de Origen Ilícito, Ley Contra el Financiamiento, la Ley de Protección de la Soberanía del Espacio Aéreo, Ley contra el Lavado de Activos y la Ley para la Aplicación de las Pruebas de Confianza.
El Sistema Nacional de Emergencias 911, un sistema moderno y eficiente que ha permitido salvar la vida de muchas personas y es un actor clave en la lucha contra la delincuencia; además, se incrementaron en más de un 50% las operaciones policiales, recuperando zonas que estaban secuestradas por el crimen; hoy los vecinos han vuelto a las calles sin miedo.
2. Depuración y fuerzas élites
Una acción clave para fortalecer la lucha contra el crimen fue la depuración de la Policía Nacional, que contó con el respaldo de la iglesia y sociedad civil, dando paso a la depuración de más de 5.000 policías, a los que se aplicaron informes de inteligencia, pruebas científicas, incluyendo el polígrafo, examen toxicológico, psicométrico y de contrainteligencia.
A esto se le suma la creación de fuerzas élites, entre las que se destacan la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), Unidad de Intervención de Comunicaciones (UIC), Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS); en el marco de la cooperación con los Estados Unidos de América, se logró la capacitación del primer grupo élite de 10 agentes especialistas en armas y tácticas de una unidad élite de agentes de SWAT.
3. Operadores fortalecidos
El Gobierno también centró su estrategia en garantizar que la policía tenga mayor eficiencia operativa, con mil patrullas incluyendo automóviles y motocicletas y más de 100 patrullas con computadoras que cuentan con un archivo criminal con un sistema de alerta.
Además se cuenta con laboratorios criminalistas de primer nivel, 21 laboratorios móviles, equipo video forense, especialistas en desactivación y post explosión, química forense, fotografía forense, especialistas científicos en técnica y medicina forense.
De la misma manera se hizo una inversión histórica de 1.500 millones de lempiras en materia de infraestructura, lo que permite tener una policía moderna, científica y tecnificada; estos recursos son fondos del Estado, de la Tasa de Seguridad y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
4. Combate al crimen organizado
Honduras es líder regional en combatir el crimen organizado; los escudos terrestres, aéreos y marítimos han disminuido en más de 80% el trasiego de droga por el país.
Con el respaldo de países aliados, como Estados Unidos, Honduras ha logrado extraditar 23 capos, desarticulado 25 narcolaboratorios, 295 pistas clandestinas destruidas y 7.104 personas detenidas por tráfico de drogas.
Asimismo se han decomisado más de 23 mil kilos de cocaína, 195 mil libras de marihuana, destruido 227 mil plantas de coca y más de 3 millones de plantas de marihuana.
5. Cárceles de máxima seguridad
Con la creación de las cárceles de máxima seguridad se trasladó a los cabecillas de estructuras criminales a lugares especiales, y se logró acabar con la ingobernabilidad que reinaba en los centros penitenciarios, logrando desarticular las redes criminales que operaban en estos lugares que eran verdaderas escuelas del crimen.
Estas acciones han sido claves en reducir los índices de violencia del que fue el país más violento del mundo, rescatar zonas que estaban secuestradas por las maras y pandillas y de esta forma avanzar en devolverles la paz y la tranquilidad a los hondureños.