El aporte de las mujeres en el mundo laboral es clave para el progreso, aunque la actual pandemia ha provocado un retroceso de hasta 10 años en los avances alcanzados para su participación en las empresas, algo que urge revertir.
Por Revista Summa.
La llegada del COVID-19 y con él las cuarentenas, la implementación del teletrabajo y el incremento en despidos y cierres de negocios son aspectos que han afectado el progreso que venían acumulando las mujeres en en el ámbito del trabajo remunerado. Se estima que se produjo un retroceso de casi una década en las condiciones de los sectores productivos y que dicho impacto fue doble en las industrias donde se acumula más el trabajo femenino, como el comercio, la salud y educación, expuestos a las mayores bajas de personal.
Sofía Calderón, socia líder de Capital Humano de Deloitte, y Andrés Jesús Soto, gerente de País de ManpowerGroup Guatemala, aseguran que antes de la pandemia las mujeres tenían un nivel de participación “aceptable” en el mercado laboral, con un índice que venía en aumento desde hace 50 años, situación que se ha visto frenada de golpe.
Una de las consecuencias más visibles es que las que están trabajando desde sus casas han visto triplicadas sus responsabilidades en los casos en los que no hay una división clara y distribución equitativa de las funciones en el hogar. Dichas actividades incluyen cuido de menores de edad y adultos mayores, apoyo al proceso de educación remota de los hijos y labores domésticas, entre otras.
Incluso aquellas que no tienen responsabilidades de ese tipo también enfrentan un mayor nivel de estrés, ya que consideran que tienen que estar disponibles el 100% del tiempo para lo que requieran sus empleadores.
Un estudio de Deloitte Global, con participación de casi 400 profesionales en todo el mundo, destaca que la vida de más de 8 de cada 10 consultadas se ha visto afectada negativamente por la pandemia. Además, cerca del 70% han experimentado disrupciones y están preocupadas por sus capacidades para progresar en sus carreras.
Los avances para conseguir la igualdad de condiciones y la no discriminación en el lugar de trabajo también han sufrido y, según Soto, queda mucho por hacer para superar las barreras invisibles y romper el llamado techo de cristal. A pesar de ello, hay un rayo de esperanza en el hecho de que cada vez son más las empresas que son conscientes del talento femenino, lo valoran y le abren oportunidades y acceso a posiciones de liderazgo. Para muestra, las nominadas en el estudio de Revista Summa de “Mejores empresas para las mujeres”, de mayo de este año.
6 pasos para apoyar al talento femenino
- Hacer arreglos de trabajo para ofrecer una mayor flexibilidad y convertirlos en parte de la norma.
- Enfatizar la confianza y la empatía.
- Brindar oportunidades de creación de redes y tutoría.
- Implementar experiencias de aprendizaje que funcionen para la vida diaria de los profesionales.
- Abordar los prejuicios inconscientes en la planificación de sucesiones y promociones.
- Hacer que la diversidad, el respeto y la inclusión sean valores no negociables en la cultura del trabajo cotidiano.
Brechas por romper
Las mujeres son mayoría en los empleos más impactados por el COVID-19.
Servicios de alojamiento y alimentación 59%
Servicios de administración y negocios 54%
Arte / entretenimiento: funciones administrativas 53%
Lea más en nuestra edición digital sobre Empresas INcreíbles.
