La crisis del país no cesa con una nueva manifestación este mismo martes por parte de comunidades indígenas.
Por EFE
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, intentó este martes aplacar las críticas y manifestaciones en su contra con la propuesta de un nuevo presupuesto del Estado para 2021, mientras continúa la crisis de su Gobierno por el pulso con su vicepresidente, Guillermo Castillo.
El mandatario guatemalteco compareció por primera vez desde el viernes pasado, cuando estalló la crisis política en su contra, tras la solicitud de dimisión en conjunto por parte de Castillo y una masiva manifestación el sábado donde encapuchados quemaron una parte del Congreso.
Giammattei aseguró en una mesa de diálogo convocada por su Gobierno que el presupuesto anterior, origen de las manifestaciones en su contra, quedaba suprimido, y en su lugar se utilizará el mismo del año 2020 con algunas modificaciones y adaptaciones.
Sin embargo, la crisis del país no cesa con una nueva manifestación este mismo martes por parte de comunidades indígenas y un enfrentamiento con su vicepresidente que según expertos no tiene solución a la vista.
CONFLICTOS CON SU VICEPRESIDENTE
«No es salvable la relación (entre Giammattei y Castillo). No puede existir. La postura de distanciamiento de denuncia que se hizo desde la vicepresidencia ha fracturado para lo que resta de la relación entre presidente y vicepresidente», le dijo a la Agencia Efe la politóloga Gabriela Carrera.
«Las diferencias entre ambos no nace de la crisis, sino que se han venido acumulando en los últimos meses», añadió Carrera, directora del área de Politización y Aprendizaje de la entidad no gubernamental Instituto 25A.
El enfrentamiento entre ambos llegó a su punto más intenso públicamente el pasado viernes cuando Castillo instó a Giammattei a que renunciaran en conjunto para «oxigenar» Guatemala ya que «el país no se encuentra bien».
Las palabras de Castillo se registraron un día antes de que 10.000 manifestantes protestaron contra Giammattei en el centro de Guatemala y otros cientos incendiaran una parte del Congreso, enardecidos por la aprobación el miércoles 18 de noviembre del nuevo presupuesto del Estado para 2021.
El lunes, Castillo volvió a criticar al presidente y dijo que en la actualidad los golpes de Estado «se los dan los mismos gobernantes con sus reiterados actos de corrupción y con su intolerancia para poder platicar con la población».
El vicepresidente afirmó además a periodistas que Giammattei se precipitó el domingo al pedir la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la crisis del país.
Las diferencias entre los perfiles de Giammattei y Castillo son evidentes en opinión de la politóloga del Instituto 25A.
«El vicepresidente es distinto por su vínculo más estrecho con los grupos empresariales y Giammattei no solo tiene vínculos empresariales, sino con grupos políticos de interés con los que tiene que negociar para lograr objetivos», enfatizó Carrera, quien reconoció además «la frontalidad y apertura» de Castillo.
CONTINÚAN LAS MANIFESTACIONES
Varias autoridades indígenas de Guatemala se manifestaron este martes en conjunto en contra del presidente y le advirtieron que tienen la capacidad de paralizar el país.
«Tenemos la capacidad de reunir a más de 100.000 personas y paralizar el altiplano pero también todo el país», señaló Germán Canastuj, uno de los líderes de la manifestación, frente al Palacio Nacional de la Cultura (sede del Gobierno), en el centro de la Ciudad de Guatemala.
Las autoridades indígenas llegaron procedentes de diversos puntos del país y pidieron a Giammattei que atendiera este martes sus peticiones, sin respuesta por parte del Ejecutivo.
«Venimos sin armas y con el estómago vacío», añadió Canastuj, representante de 48 Cantones (alcaldía indígena) del departamento de Totonicapán, quien llegó a la Ciudad de Guatemala acompañado de unas 200 personas, según dijo a periodistas.
EL ORIGEN DEL PROBLEMA
La aprobación del presupuesto del Estado por parte del Congreso el 18 de noviembre a las 05.30 de la madrugada provocó un malestar en la población que se tradujo en las manifestaciones de los últimos días.
Dicho presupuesto, aprobado por 115 de los 160 legisladores bajo estrictas medidas de seguridad con cierre de varias calles a la redonda, ha sido descrito como «opaco» por diputados de oposición que indicaron que nunca tuvieron acceso al documento. Además, según expertos, el presupuesto presenta amplias reducciones para temas sanitarios y de derechos humanos.
El lunes, el presidente del Congreso, Allan Rodríguez, anunció que darían marcha atrás con la aprobación del presupuesto en mención.