El Tratado de Cielos Abiertos, en vigor desde 2002, permite a más de una treintena de países sobrevolar cualquier parte del territorio del resto de participantes y fotografiar desde el aire.
Por Xinhua y EFE
Estados Unidos dijo hoy que se retiró oficialmente del Tratado de Cielos Abiertos, en otra medida para abandonar un importante acuerdo internacional de control de armas.
Rusia lamentó este lunes la retirada oficial de EE.UU del Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), un pacto multilateral que busca la transparencia en el control de armas, ya que sin la primera potencia mundial ese acuerdo pierde toda su viabilidad.
«Lo lamentamos. Consideramos que este tratado es un instrumento muy importante en general para reforzar la confianza mutua en términos del control de armas, entre otros», señaló en su rueda de prensa diaria el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Desde el inicio, cuando EEUU anunció su intención de retirarse de este tratado, dijimos que un paso así, por supuesto, tendría consecuencias negativas», añadió.
Rusia considera que, con la retirada oficial de EEUU el domingo, «el tratado en sí por supuesto pierde su viabilidad», pese a que aún en mayo pasado indicó que el tratado «no estaba muerto» y que estaba «comprometido con el acuerdo».
El Tratado de Cielos Abiertos, en vigor desde 2002, permite a más de una treintena de países sobrevolar cualquier parte del territorio del resto de participantes y fotografiar desde el aire, a fin de asegurar que sus vecinos o rivales no preparan ataques militares.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el pasado 21 de mayo la retirada en un plazo de seis meses de su país del pacto, en el que participa casi toda la Unión Europea, incluida España.
El argumento que esgrimió el Gobierno estadounidense para retirarse era que Rusia le impedía supervisar desde el aire sus ejercicios militares, y no permitía los vuelos sobre regiones donde se cree que Moscú tiene armas nucleares que podrían alcanzar Europa, en concreto en Kaliningrado, ni tampoco cerca de las regiones georgianas separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.
Rusia siempre ha negado que violara el tratado y ha acusado por contra a EEUU de haber sido la parte incumplidora.