La calificadora indica que el 11 de noviembre de 2020 se convocó a un comité de calificación para discutir cuáles eran los riesgos que han analizado y esto encontraron.
Por El Salvador
La agencia calificadora de riesgo Moody’s puso el lunes en revisión la calificación crediticia soberana de El Salvador, actualmente de B3, para rebajarla aún más a territorio basura, razonado por varios riesgos que ve en las finanzas del país.
De acuerdo a la calificadora, el 11 de noviembre de 2020 se convocó a un comité de calificación para discutir la calificación del Gobierno de El Salvador y los principales puntos planteados durante la discusión fueron que la solidez fiscal o financiera del emisor, incluido su perfil de deuda, ha disminuido sustancialmente. “El emisor se ha vuelto cada vez más susceptible a los eventos de riesgo”, apunta.
Entre los riesgos que destaca la calificadora en su reporte están:
1. Alto riesgo de liquidez
De acuerdo a la calificadora, el factor clave detrás de la decisión de revisar la calificación de El Salvador es el alto riesgo de liquidez del gobierno, es decir que se quede sin dinero líquido, debido a un gran aumento en las necesidades de financiamiento.
“Moody’s bajaría la calificación si luego de la revisión la agencia concluyera que los riesgos de liquidez del gobierno de El Salvador seguirían siendo altos y que es probable que los problemas de sostenibilidad de la deuda se intensifiquen”, advierte en un comunicado.
Y agrega que si no hay una política a mediano plazo que detenga el deterioro fiscal en los próximos años, “contribuiría a este resultado de calificación”.
2. Dificultad para financiamiento externo
Otro riesgo que ve son las estrictas condiciones de financiamiento externo, ya que el país necesitará que le presten dinero pero a cambio deberá pagar tasas altas de intereses.
“En 2021, El Salvador necesitará préstamos multilaterales y acceso a los mercados globales externos para cubrir su brecha de financiamiento. Esto planteará riesgos crediticios, ya que las condiciones del mercado para El Salvador se han deteriorado drásticamente este año (…)”, dice Moody’s en un comunicado.
3. Capacidad limitada para obtener créditos internos
La calificadora ve un panorama complicado para que le presten más dinero al gobierno dentro del país. De hecho, los bancos locales y las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) son las entidades que más fondos le prestan al gobierno cuando está urgido de dinero.
“La capacidad de El Salvador para depender del financiamiento local se ha reducido, ya que un aumento significativo de la deuda a corto plazo ha llevado al límite la capacidad de absorción del mercado interno”, señala Moody’s.
4. Tarjeta de crédito está al tope
El gobierno utiliza las Letras del Tesoro (Letes), un financiamiento de corto plazo, similar al uso que un ciudadano le da a una tarjeta de crédito, es decir que le prestan fondos para salir de una emergencia financiera, pero debe abonar en un período corto. En el caso de las Letes el plazo es de 360 días para pagar la cantidad prestada. El Ejecutivo ha recurrido a esta modalidad de deuda y la ha llevado a niveles históricos, por lo que Moody’s ve un riesgo.
“Si bien muchos bancos locales se han mostrado dispuestos a aumentar su exposición a la deuda de corto plazo en forma de Letras del Tesoro (LETES), estas en ocasiones han alcanzado un nivel récord de $1,480 millones, que también está por debajo del límite oficial aprobado en el presupuesto y sustancialmente por encima de los $800- $900 millones observados en los últimos dos años”, señala la calificadora.
5. No reduce el gasto
También considera que es un riesgo que el gobierno haya aumentado el gasto y que no haya hecho recortes para equilibrar las finanzas.
“El aumento del desequilibrio fiscal refleja la decisión del gobierno de aumentar el gasto y proporcionar medidas de desgravación fiscal para ayudar a los hogares y las empresas en alrededor del 3.5% del PIB en medio de la pandemia”, dice la calificadora.
Pero remarca lo siguiente: “La agencia de calificación esperaba que el gobierno recortara el gasto en algunas áreas para dar cabida a parte de las medidas de apoyo. Sin embargo, mientras el gobierno aún se encuentra en negociaciones con la Asamblea Legislativa para aprobar varios préstamos multilaterales, el gobierno ya implementó una serie de medidas de gasto y no ha anunciado recortes significativos”.
Las necesidades de financiamiento en 2020 están cubiertas en su mayoría, pero el gasto del gobierno podría terminar siendo más alto de lo que espera Moody’s actualmente, aumentando las necesidades.
6. Déficit lo tiene al 11 %
Otro riesgo en el que la calificadora se basa para hacer una revisión es el alto déficit que tienen las finanzas salvadoreñas.
“Moody’s espera que el déficit fiscal de El Salvador alcance el 11% del PIB en 2020, superando la estimación anterior de la agencia calificadora de 8.5% en mayo”, señala en el comunicado.
Y añade que espera que el déficit fiscal disminuya al 6.3% del PIB en 2021 y que el déficit primario también disminuya. “El déficit fiscal seguirá siendo alto, casi el doble del tamaño de los déficits que El Salvador típicamente registró antes de la pandemia”, apunta.
7. Confrontaciones políticas
Moody’s también ve otro factor de riesgo en el ambiente político salvadoreño, el cual ha sido crispado debido a los ataques desde el Ejecutivo hacia los otros dos órganos de Estado. El caso más emblemático y que disparó las alarmas de las calificadoras fue el 9F, cuando la administración de Nayib Bukele militarizó la Asamblea Legislativa.
“Las continuas confrontaciones políticas que limitaron el acceso del gobierno al financiamiento de largo plazo, comprometiendo potencialmente el refinanciamiento de los vencimientos de deuda venideros, también afectarían negativamente la calificación”, advierte la calificadora en su comunicado.