Ante la crisis por el COVID-19, la industria textil maquiladora se reinventó y junto a sus trabajadores reaccionó de manera oportuna modificando y adaptando sus plantas de manufactura en tiempo récord.
Por Revista Summa
Las exportaciones de la maquila hondureña ascendieron a 64 millones de Metros Cuadrados Equivalentes (SME por sus siglas en inglés) por mes a julio del 2020, eso equivale al 76.6 % del promedio de las ventas internacionales del 2019, destacó el presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM), Mario Canahuati.
“Esperamos que al finalizar este año la industria alcance el ritmo que tenía antes de la pandemia”, expuso el dirigente empresarial, para luego referir que la recuperación de los niveles de exportación está muy relacionada con el aprovechamiento de las oportunidades que presenta el mercado de insumos de bioseguridad.
De marzo a julio, la industria fue capaz de producir y exportar 77 millones de mascarillas. Suman además, los 9 millones de mascarillas elaboradas por la industria para que el gobierno de la República pudiera abastecer a la población más vulnerable del país. Asimismo, se fabricaron 2.8 millones de docenas de batas.
“Podemos decir que la industria textil maquiladora refleja una extraordinaria capacidad de resiliencia, que le permite adaptarse a las circunstancias, superar las adversidades y aprovechar las oportunidades, pero sobre todo ha mostrado ser una industria solidaria en tiempos de crisis”, destacó Canahuati.
La fuente también reconoció que la pandemia por COVID-19 ha mostrado que nadie está exento de enfrentar desafíos y pruebas, pero las adversidades enseñan a ver los retos como oportunidades para reinventarse como personas, industria y como nación.
“Durante años hemos contribuido al desarrollo socio económico del país siendo pilares en la generación de empleo que a la fecha beneficia a miles de familias hondureñas que han encontrado en la maquila la oportunidad de crecer, educarse, obtener su propia casa, y realizar sus sueños en nuestra amada Honduras”, enfatizó.
Ante la crisis por el COVID-19, la industria textil maquiladora se reinventó y junto a sus trabajadores reaccionó de manera oportuna modificando y adaptando sus plantas de manufactura en tiempo récord para la fabricación de mascarillas e indumentaria médica con el fin de atender la emergencia nacional e internacional.
Por ejemplo, abril y mayo resultaron críticos, ya que prácticamente se paralizaron las exportaciones de la industria textil. El comportamiento durante dicho período significó caer al 6.3 por ciento del valor monetario promedio de exportaciones del 2019, de acuerdo con las estadísticas de la Asociación Hondureña de Maquiladores.