La compañía propuso cambios permanentes en el modelo de remuneración.
Por EFE
El Sindicato Nacional de los Aeronautas (SNA) afirmó este lunes que seguirá intentando un acuerdo con la aerolínea Latam para evitar el despido de al menos 2.700 trabajadores de la compañía en Brasil, aunque considera poco probable alcanzar un entendimiento.
Representantes del sindicato y Latam tienen previsto participar este lunes en una audiencia de mediación, después de que fracasara las negociaciones entre ambas partes, lo que llevó a la compañía a anunciar el despido de «al menos» 2.700 empleados, equivalente al 40 % de la plantilla.
La compañía propuso cambios permanentes en el modelo de remuneración, con bajadas salariales de entre el 40 y 50 %, pero, en una votación realizada el viernes, los tripulantes no autorizaron al sindicato a negociar con la empresa dicha proposición.
«Vamos a intentar un acuerdo temporal de preservación de empleos, en los moldes firmados con Gol y Azul», que aceptaron una reducción temporal de salario y jornada, dijo en declaraciones a Efe el presidente de SNA, Ondino Dutra.
De acuerdo con Dutra, la categoría acepta una reducción de salario y jornada temporal, pero no permanente, como propone Latam.
La aerolínea, por su parte, argumenta que la remuneración de sus tripulantes es mayor que la de Gol y Azul y, por ello, «la empresa tiene la necesidad de equipararse a las prácticas del sector».
Tras el fracaso de las negociaciones, Latam Brasil abrió un proceso de desvinculación voluntaria el pasado viernes que se extenderá hasta el 4 de agosto y, después de esa fecha, pretende iniciar la desvinculación de al menos 2.700 trabajadores.
El presidente del sindicato, sin embargo, explicó que no se espera «casi ninguna» adhesión al programa de despidos voluntarios «ya que no ha habido ningún incentivo y tan sólo se han dado tres días» de plazo.
La filial brasileña de la aerolínea Latam, la mayor de América Latina, se acogió el pasado mes de julio a la ley de quiebras de Estados Unidos (EE.UU.) en un proceso voluntario de reorganización y reestructuración de deuda debido a la «prolongación» de la pandemia del coronavirus.
La decisión se produjo semanas después de que Latam se declaró en bancarrota en su país de origen, Chile, así como en Perú, Colombia, Ecuador y EE.UU., afectada por el parón de actividad debido al confinamiento de la población.