Actualmente, 100 mil estudiantes se forman en universidades privadas del país.
Por Revista Summa
La crisis generada por la propagación del Coronavirus Covid-19 afecta a todos los sectores de la economía, y la educación superior privada, no es la excepción.
Bajo el lema “La educación no para”, las universidades privadas buscan generar conciencia de que ahora más que nunca, el país necesita de profesionales para poder enfrentar la crisis y salir fortalecido, por lo que piden el apoyo del Estado para que los jóvenes universitarios no dejen de estudiar.
Actualmente, las universidades privadas atienden cerca de 100 mil estudiantes, más del 50% de los futuros profesionales que aportarán su conocimiento al desarrollo del país, por lo que se debe garantizar la continuidad de sus planes de estudio.
Con el fin de evitar que la población universitaria suspenda el avance de sus carreras, la Asociación Unidad de Rectores de las Universidades Privadas de Costa Rica (UNIRE) solicita al Presidente de la República tomar algunas medidas. En primer lugar, que CONAPE abra una línea de crédito diferenciada y con requisitos flexibles obviando los requisitos de fiadores y garantías, para estudiantes activos que han perdido su trabajo o que se les ha suspendido su contrato laboral, producto de la crisis generada por el Covid-19. Esta línea de crédito no se sale del ámbito de acción de la institución, pues seguirá siendo una línea de crédito para la educación con un plazo más corto y solo por un tramo de la carrera.
“Es importante que las universidades privadas que tengan préstamos con los bancos del Estado, puedan acudir al beneficio de la moratoria por al menos tres meses, sin que eso sea una decisión que quede a discreción del banco. Como es conocido, el único ingreso que tienen estos centros educativos es el generado por las matrículas y por los servicios que se brindan a los estudiantes, mismos que serán impactados de manera directa ante esta crisis” explicó Rosa Monge, Rectora de la Universidad Latina de Costa Rica y presidente de UNIRE.
Además, la asociación busca que se establezca una línea de crédito con intereses blandos, para solventar los problemas de flujo de caja que puedan tener las universidades ante esta situación, pues hay procesos que se deberán posponer y cuyos ingresos no serán recibidos.
De la misma forma, UNIRE solicitó a la Dirección Ejecutiva del CONESUP que, indistintamente de la fecha en que se levanten las medidas de emergencia, se mantengan las clases virtuales y/o a distancia para los períodos en los que se haya iniciado con esa modalidad. Esta alternativa resultó un éxito para las universidades y un beneficio de mucho provecho para miles de alumnos que pudieron continuar con sus carreras sin mayor problema.
Con respecto a los estudiantes que se encuentran realizando su TCU y prácticas profesionales, se contemplan medidas especiales que permitan flexibilizar estos requerimientos.
Por otra parte, UNIRE pidió al Consejo Nacional de Acreditación que se elimine por este año, el arancel que deben pagar las universidades para los procesos de acreditación y re acreditación de carreras y que sean suspendidos por este año los compromisos de mejora adquiridos en carreras acreditadas. Además, que las ceremonias de entrega de acreditaciones puedan desarrollarse como un acto privado entre el SINAES y las autoridades universitarias, con el fin de minimizar los costos relacionados con estas actividades.
Las universidades manifestaron también su disposición de poner al servicio de las autoridades, el recurso humano, tecnológico y laboratorios de investigación e infraestructura, que sean útiles en la atención de la emergencia que vive el país.