Este «efecto remesa» genera profundos beneficios para las economías en desarrollo, como la reducción de la pobreza y el aumento de la actividad económica.
Por Revista Summa
Las transferencias internacionales de persona a persona (P2P), o remesas, enviadas por los ciudadanos globales a sus países de origen representan la mayor estructura de apoyo económico exterior para las economías en desarrollo. Según un nuevo informe de Oxford Economics encargado por Western Union (NYSE: WU), líder mundial en el movimiento de dinero transfronterizo en diversas divisas, las remesas han contribuido a atenuar el impacto económico de la pandemia, al aumentar la resiliencia de los países en desarrollo a lo largo de 2020 y convertirse en un posible salvavidas para la recuperación de 2021 y los próximos años.
Informe de Oxford Economics: The Remittance Effect: A Lifeline for Developing Economies Through the Pandemic and Into Recovery («El efecto remesa: Un salvavidas para las economías en desarrollo durante la pandemia y la recuperación») identifica varios fundamentos económicos y de consumo de remesas positivos que podrían apoyar una fortaleza inesperada en los flujos de remesas a los países en desarrollo en comparación con las previsiones del Banco Mundial sobre la desaceleración de 2021.
El informe afirma que las transferencias globales P2P a los países en desarrollo, que superaron el valor de la inversión directa extranjera en 2019, pueden lograr potencialmente lo que la ayuda oficial al desarrollo y la inversión privada directa no logran: las transferencias P2P hacen llegar de manera rápida y eficiente el dinero directamente a los bolsillos de los individuos, que lo utilizan para financiar una amplia gama de actividades económicas.
Este «efecto remesa» genera profundos beneficios para las economías en desarrollo, como la reducción de la pobreza y el aumento de la actividad económica. Además de ser motores de crecimiento, las transferencias P2P mejoran la conectividad al poner en contacto a personas de todo el mundo, de manera que contribuyen a la interdependencia económica, social y política interestatal, incluso cuando los gobiernos cierran las fronteras.
«La investigación arroja más luz sobre la resiliencia de esta red global de interconectividad financiera y confirma lo que Western Union ha evidenciado repetidamente: Las crisis hacen que la gente esté más decidida a ayudar a sus seres queridos. Cuando los tiempos son difíciles en las economías en desarrollo, los remitentes de remesas se convierten en trabajadores de primera línea para la seguridad económica», apuntaba Hikmet Ersek, presidente y director ejecutivo de Western Union
«Este informe justifica la concesión de un nuevo título de «Socorristas económicos» a estos ciudadanos globales y héroes locales. El amor y el dinero que envían a través de las fronteras del mundo han ayudado a atenuar los impactos económicos de la pandemia y a fomentar la resiliencia y la recuperación en sus países de origen a lo largo de 2020, así como ahora en 2021 y en los próximos años», añadió.
El Banco Mundial estima que la pandemia empujará a entre 88 y 115 millones de personas más a la pobreza extrema, y que el total podría aumentar hasta los 150 millones en 2021. El mundo en desarrollo, donde viven muchas de las personas más vulnerables a nivel económico, se enfrentará a las consecuencias más extremas.
Para salvar la brecha económica, Western Union anima a los responsables políticos de todo el mundo a dar prioridad a los sistemas de migración transfronteriza legales, inteligentes, seguros y equitativos, que impulsarán las economías de las naciones en desarrollo y seguirán apoyando a las economías desarrolladas para que se recuperen y aborden la escasez de capital humano.
Western Union lleva 170 años dedicándose a conectar a las personas con sus familias y seres queridos en todo el mundo, en cualquier momento y en cualquier lugar y, hoy en día, sigue haciéndolo a través de una de las mayores redes financieras globales que mueve 130 divisas de manera electrónica en todo el mundo en cuestión de minutos.
Informe económico de Oxford: Datos clave
1. Las remesas supusieron un consuelo esperanzador en un nublado 2020 para los países en desarrollo.
· Los datos positivos para 2020 sobre las entradas de remesas de varios bancos centrales de los países receptores y los datos positivos sobre los beneficios de las principales empresas de transferencia de dinero, así como los datos de las encuestas que indican la resiliencia de los remitentes, que han mantenido una gran motivación para apoyar a sus familias y seres queridos en su país de origen, son los causantes del resultado potencial más positivo de lo esperado para las remesas en 2020.
2. Los lazos familiares y las economías en recuperación pueden resistir respecto a los flujos de remesas, de manera que superan potencialmente las previsiones del Banco Mundial para 2021.
· Los resultados de las remesas para 2021 podrían situarse en un amplio rango entre un descenso y una vuelta a la tendencia de crecimiento anterior a la pandemia, ya que existe una gran incertidumbre en relación con las previsiones.
· Es posible que se supere la previsión del Banco Mundial de una nueva desaceleración del 7,5 % en 2021. Según las previsiones del Banco Mundial, un descenso acumulado del 14 % a lo largo de 2020 y 2021 no tendría precedentes en la historia reciente de los flujos de remesas, que han mantenido una tendencia al alza año tras año.
· Las tendencias económicas positivas, la recuperación de las economías emisoras, la capacidad de recuperación de los emisores y la elevada demanda de remesas de los países receptores podrían combinarse para reforzar de manera inesperada los flujos de remesas hacia los países en desarrollo en 2021.
· La previsión de un repunte del crecimiento del PIB en las economías emisoras a medida que avance la vacunación, se eliminen las restricciones, la política fiscal se mantenga favorable y se libere la demanda acumulada constituye un buen augurio para las remesas en 2021.
3. Las remesas son el motor oculto de la conectividad mundial; las personas son los únicos responsables del movimiento masivo de capital a través de las fronteras del mundo.
· Los flujos financieros entre particulares/personas contribuyen a la interdependencia en todo el mundo a nivel social, económico y político. No tiene parangón con ningún otro tipo de flujo de inversión transfronterizo, ni público ni privado.
· Los flujos de remesas se emplean en satisfacer las necesidades específicas de los receptores en las economías en desarrollo. En comparación, la respuesta fiscal de los gobiernos y los flujos de ayuda oficial al desarrollo en el extranjero a veces pueden retrasarse y aplicarse de forma más superficial. Además, los gobiernos de los países en desarrollo tienen menos capacidad presupuestaria para apoyar sus economías.
· Aunque el Banco Mundial estima que las remesas disminuyeron en un 7 % en 2020, este descenso será mucho menos grave que el previsto en el capital de inversión privado. La CNUCYD espera que la inversión extranjera directa en las economías en desarrollo disminuya entre un 35 % y un 45 % en todo el año 2020
4. Las remesas se multiplican a través de la economía de un país con una aportación de 0,40 centavos del PIB por cada dólar que llega.
· El multiplicador de 0,40 centavos es comparable o superior a algunas estimaciones del multiplicador de la inversión extranjera directa o la ayuda oficial al desarrollo.
· Aplicado a los 548 000 millones de dólares de las entradas de remesas de los países en desarrollo en 2019, esto se traduce en un impacto directo en el PIB de estas economías de 219 000 millones de dólares.
· Las remesas tienen efectos a corto plazo en el producto nacional, ya que el gasto adicional se recibe como ingreso en otra parte de la economía. Sin embargo, los beneficios económicos completos de las remesas solo se obtienen a largo plazo debido a los efectos transformadores del aumento del gasto en educación, sanidad y otras inversiones.
5. Las remesas representan un seguro social para los hogares de los países en desarrollo.
· A nivel microeconómico, las remesas benefician a los hogares receptores de los países en desarrollo, ya que proporcionan una fuente de ingresos adicional que ayuda a financiar gastos básicos, reduce la incidencia de la pobreza extrema, los protege de las crisis económicas y apoya la inversión a largo plazo en asistencia sanitaria y educación.
6. El peso mundial de las remesas está infravalorado, a pesar de ser la mayor entrada de capital extranjero en los mercados en desarrollo (excluyendo las exportaciones).
· Los flujos de remesas son indispensables para las economías en desarrollo, ya que triplican la ayuda oficial al desarrollo. Según el Banco Mundial, las remesas a los países en desarrollo ascendieron a 548 000 millones de dólares en 2019, superando a la inversión extranjera directa para convertirse en la mayor entrada de capital extranjero (excluyendo las exportaciones) en los mercados en desarrollo.
7. Es fundamental realizar un estudio sólido del «multiplicador» de las remesas, ya que la modelización actual es inadecuada y subestima los efectos reales.
· El «multiplicador» de las remesas es inferior a uno debido al impacto de las «fugas»: una parte de los fondos se ahorra o se utiliza para pagar la deuda (no se gasta), mientras que una gran parte del gasto en las economías en desarrollo se destina probablemente a bienes importados (por ejemplo, medicamentos). La falta de oportunidades de inversión en las economías en desarrollo también puede explicar por qué los flujos de remesas no suelen derivar en autodesarrollo. Sin embargo, una medición más completa del impacto económico de las remesas que también capte sus efectos transformadores a largo plazo probablemente dará lugar a estimaciones de espectro más amplio del efecto multiplicador.
· Las investigaciones existentes sobre el impacto multiplicador se clasifican según los periodos de tiempo cubiertos, los métodos utilizados, la definición del multiplicador y la gama de impactos medidos.
· También es posible llenar el vacío de la investigación actual para medir el multiplicador de remesas de forma más exhaustiva y coherente en todos los países mediante el análisis de los efectos individuales de los distintos usos de los fondos y teniendo en cuenta otras características específicas de cada país.