La brecha de género se ha cerrado en un 68,4% en el mundo y América Latina y el Caribe viene avanzando en el campo desde el 2017.
Por Carolina Barrantes
Cada vez son más las empresas convencidas de la importancia de crear culturas laborales que realmente atraigan y valoren el talento femenino. La consultora McKinsey señala que las empresas que tienen más del 30% de mujeres en puestos ejecutivos cuentan con mayores probabilidades de superar en sus resultados a las que únicamente cuentan con un 10% a 30% de mujeres en esos puestos. Aunque en números absolutos los avances parezcan poco o ir lento, dado que a nivel global los puestos de liderazgo y dirección ocupados por mujeres rondan entre el 24% y el 33%, en la última década muestran no tener marcha atrás.
En el ámbito público ocurre lo mismo y se siguen abriendo oportunidades, por lo cual, al 10 de enero de 2024, ya hay 26 países de 193 (13,4%) donde mujeres se desempeñan como Jefas de Estado y/o Jefas de Gobierno, de acuerdo a los datos más recientes de ONU Mujeres.
Entre lo positivo del panorama destaca que no cesa el desarrollo de estrategias público-privadas tendientes a que el talento femenino suba escalones y hacia el cometido de lograr la paridad de género y hechos como que el año pasado 117 naciones cerraron hasta en 95% la brecha que había entre hombres y mujeres en logros educativos, mientras que la de participación y oportunidad económicas bajó en un 60,1% y la de empoderamiento político en un 22,1%. En paralelo, se está asumiendo el reto de aumentar el porcentaje de mujeres que trabajan en el campo de la Inteligencia Artificial, que ronda el 30%, apenas 4 puntos porcentuales mayor que en 2016.
Estos datos se desprenden del “Mapa de las Mujeres en la Política” elaborado por la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres, el “Informe Global sobre la Brecha de Género” 2023 del Foro Económico Mundial, LinkedIn, la séptima edición del estudio “Women in the boardroom: A global perspective” de Deloitte y el Ranking Par de de Aequales.
Suman al cambio mayores esfuerzos regulatorios por parte de los gobiernos en favor de la equidad de género, iniciativas de distintas cámaras empresariales y organizaciones para impulsar objetivos de inclusión y el fortalecimiento de capacitaciones y apoyo académico para que las mujeres desarrollen sus carreras, junto con acciones enfocadas al equilibrio entre la vida personal y laboral y el trabajo flexible e híbrido, facilitando oportunidades de progre- so para ellas, reconociendo que cargan con la mayor responsabilidad en las tareas de los hogares, que es considerado como trabajo no remunerado.
¿Cómo se posiciona la región?
América Latina tiene un nivel de paridad de 74,3%, quedando solo por detrás de Europa (76,3%) y América del Norte (75%). La zona ha experimentado un progreso incremental en la paridad de género desde 2017, siendo Nicaragua (81%), Costa Rica (79,3%) y Jamaica (77,9%) los que registran las puntuaciones de paridad más altas.
Ese progreso es destacado en el informe del Foro Económico Mundial, pero para que siga se deben prestar atención a varios aspectos como la diferencia que existe entre la población femenina que se encuentra laborando versus sus pares masculinos, al igual que el acceso del talento femenino a los puestos de poder.
Líderes de la compañía Page, especialista en captación de talento, sostienen que las mujeres, en términos generales, cuentan con una mejor formación y, aún así, tienen una desventaja debido a los sesgos, y a que ellas mismas no levantan la mano para ocupar un puesto directivo o en una junta directiva. Como consecuencia, han tenido que desarrollar sus carreras a un ritmo diferente, y eso les ha impedido llegar a la misma velocidad que los hombres a las posiciones de alta dirección.
“Por ejemplo, en República Dominicana el 60% de los puestos profesionales y directivos están ocupados por hombres y en datos extraídos de LinkedIn para una investigación reciente del Banco Mundial sobre Panamá se observa que solo el 30% de los puestos de alta dirección (directores, vicepresidentes y puestos de C-suite o socios) están ocupados por mujeres. Al mismo tiempo, las mujeres están sobrerrepresentadas en los empleos poco cualificados y en el trabajo de cuidados no remunerado”, acota por su parte Marina Bassi, líder de programa de Desarrollo Humano del Banco Mundial para Centroamérica y República Dominicana.
La funcionaria también hace hincapié en que las mujeres tienen tasas de desempleo más altas que los hombres, salarios más bajos y tasas más altas de NiNis (personas fuera del sistema educativo y de la fuerza de trabajo), por lo que los retos a vencer para lograr la paridad total son grandes.
El potencial de las nuevas tecnologías para equilibrar la balanza
Las tecnologías emergentes están abriendo oportunidades de trabajo competitivas en las que hay escasez de talento y para aprovechar las ventajas las mujeres tienen que atreverse a romper tabúes, miedos y autolimitaciones. El estudio Predicciones TMT México 2022 de Deloitte Global, con base en encuestas a 5.000 mujeres en 10 países de la región, determinó que solo 33% de los empleos que generan las grandes empresas tecnológicas están en manos de mujeres, porcentaje similar al de mujeres que optan por carreras STEM, que son las vinculas a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Al centrarse solamente en los puestos técnicos, la participación laboral femenina es aún más baja (25%), con leves incrementos por año.
Ellas representan solo el 28% de los graduados en ingeniería, el 22% de los trabajadores de inteligencia artificial y menos de un tercio de los empleados del sector tecnológico a nivel mundial, de acuerdo con ONU Mujeres. La misma organización destaca que aquellas que logran llegar a la tecnología a menudo enfrentan un entorno activamente hostil: una brecha salarial significativa (21%) y tasas de promoción considerablemente más bajas (52 mujeres por cada 100 hombres).
De ahí que los líderes del Banco Mundial, en el marco del estudio sobre el futuro del trabajo en Centroamérica y República Dominicana, llamen a mejorar las inversiones en los sistemas de educación y formación (especialmente en competencias básicas cognitivas y numéricas, blandas y digitales), las cuales contribuyen a impulsar el cambio tecnológico y a que tanto las mujeres como los hombres se beneficien de éste a nivel laboral.
Otra forma de contrarrestar la subrrepresentación femenina en el campo tecnológico es crear programas específicos de mejora de habilidades, centrándose en los grupos que corren mayor peligro de quedarse atrás, e impulsar regulaciones laborales ampliadas para garantizar que las transiciones del mercado laboral mejoren la posición de las mujeres, en lugar de simplemente reproducir las desigualdades existentes. Ello incluye un salario mínimo digno, regulaciones contra la discriminación y sistemas de protección social que aborden, por ejemplo, las discrepancias entre las cargas de cuidados no remunerados de mujeres y hombres.
Mujeres poderosas en los negocios
LA SELECCIÓN SE REALIZA CON BASE EN NUESTRO CONTINUO MONITOREO DEL MERCADO, TOMANDO EN CUENTA EXCLUSIVAMENTE LOS PUESTOS MÁS ALTOS: DUEÑAS DE EMPRESAS RECONOCIDAS, PRESIDENTAS DE JUNTAS DIRECTIVAS Y GERENTES GENERALES. TAMBIÉN SE CONSIDERAN LOS APORTES Y LA TRAYECTORIA DE LAS LÍDERES.